En esta lección entenderás aspectos relacionados con la responsabilidad del bienestar y el responsable directo del clima laboral Ciertamente, el concepto de Bienestar Laboral está relacionado con la creación de entornos saludables y desarrollar las actividades necesarias para que la vida de un colaborador en el trabajo sea favorable. El bienestar laboral es un término integral que dependiendo de la cultura de la empresa puede limitarse a servicios, beneficios adicionales al puesto, o bien, puede abarcar otros aspectos como es la salud, el bienestar físico, psicológico, el ocio y el sentimiento general de compromiso y felicidad que experimenta el colaborador. En este sentido, el bienestar puede incluir las políticas, los benefcios sociales o bien, el salario emocional que recibe el colaborador.
La Dirección o el Gerente General de la empresa. Este directivo como máximo responsable de la empresa, es el responsable directo de garantizar la correcta gestión del talento y conseguir que su empresa sea competitiva.
Así, entre las responsabilidades más básicas y vitales de la Alta Dirección debe encontrarse la preocupación por conocer y mejorar las percepciones de sus colaboradores ya que la competitividad depende de las personas. Desde la Covid, el bienestar laboral se extiende más allá de la oficina. En este sentido los CEOS deben mostrar el mismo cuidado y preocupación por sus colaboradores tanto por los que trabajan de forma remota como por los que acuden a las instalaciones. El trabajo remoto, la soledad y el aislamiento puede agobiar a algunos colaboradores. Si a eso le sumamos presiones adicionales -como despidos, ERES en parte de la empresa, o por parte de allegados, o bien, el desgaste de cuidar a los niños, la salud fisica y emocional puede verse seriamente afectada.
Por otro lado, es conveniente precisar que el clima que se gesta en una organización está condicionado por la cultura. Así mismo, todo el personal, sean directivos, mandos o colaboradores, son arquitectos de clima laboral, cada quien desde su posición y rango, con sus actitudes y comportamientos generan entornos de trabajo saludables o tóxicos.
Aunque la responsabilidad de contar con un buen clima laboral corresponde a todos los líderes de la empresa Compete al responsable de RRHH, relaciones laborales, al área de bienestar, felicidad interna o al responsable de comunicación interna hacer un seguimiento del clima laboral.
Todo depende de la estructura, organización interna y de la cultura de la organización. Generalmente, se hacen cargo de estos estudios los responsables de recursos humanos, quien suele hacer mediciones periódicas que oscilan entre los 6 meses y 1 año. Si no es posible realizar un estudio de clima anual, conviene por lo menos, hacer un seguimiento cada dos años, de esta manera se comprobará cómo ha evolucionado el clima con el plan de intervención aplicado.
La pandemia mundial ha transformado los modelos de negocio y la realidad laboral. De ahí que muchas organizaciones se han planteado reducir personal, digitalizar procesos, generar protocolos y nuevas políticas de home office y teletrabajo. Pero como todo no llueve a gusto de todos, la decisiones de la empresa deben ser cuestionadas para mantener un buen clima laboral en medio del actual clima de incertidumbre El talento y la creatividad son la llave para que las organizaciones afronten un entorno incierto, de modo que hacer un seguimiento del clima de bienestar siempre es rentable.
La empresa que pasa por alto esta realidad, pierde la oportunidad de gestionar la experiencia del empleado y su productividad, ya que no evalúa, ni mide, ni conoce y tampoco prevé. Por tanto, desde esta omisión atenta contra su productividad y competitividad.
Tal es la importancia del buen clima que algunas empresas han creado nuevos puestos dedicados en exclusividad a su gestión. En este caso, se trata de un Gerente de Cultura, Gerente de felicidad laboral, perfiles que tienen la misión de diseñar planes de bienestar para favorecer un entorno físico y emocional.
Las emociones nos invaden a diario, en nuestra vida personal y profesional. Nuestras rutinas dependen de nuestros pensamientos y sentimientos y sobre todo, del diálogo interior que mantenemos con nosostros mismos. De modo, que nuestra calidad de bienestar depende de nuesta capacidad para dar respuestas a las emociones, pero todo dependerá de los pensamientos que manejamos y permitimos.. Los pensamientos (positivos o negativos) nos llevan a sentir emociones. Así por ejemplo, si un colaborador piensa que su jefe no valora su trabajo, se fija sólo en sus errores y alimenta la idea que le tiene manía probablemente sentirá tristeza y desgana para ejecutar las tareas que le asignen. De ahí la importancia de asumir la responsabilidad en nuestro bienestar y en la influencia que podamos ejercer en nuestro entorno.
El clima laboral es una responsabilidad de todos los miembros de las organizaciones, ya que desde el nivel individual todos tenemos aspectos por mejorar y en menor o mayor grado , esto afectará a todas personas a nuestro alrededor.
De ahí la importancia, de ayudarnos desde la actitud positiva y aprovechando las actividades preventivas en materia de formación y actividades que promueva la empresa.