Contar con las herramientas claves

Antes de entrar en medidas concretas y posibles soluciones para cada etapa de una crisis, incluimos algunos consejos básicos efectivos en todas las fases.

Estar preparados

La prevención de crisis supone un costo de tiempo y personal, pero a la larga resulta rentable. Las cosas no suelen suceder de la nada y, con un sistema de detección temprana de crisis, salta la alarma tan pronto como aparecen los primeros signos de mal tiempo. Al tomar medidas dentro de un marco de prevención, es posible superar situaciones críticas sin grandes pérdidas o incluso sin temer por la existencia de la empresa. Si la crisis llega, la empresa está preparada para hacerle frente de inmediato.

Con todo, hay que tener en cuenta que los recursos de una empresa emergente son más limitados que los de una pyme con cierta trayectoria. Las startups rara vez disponen de reservas para hacer frente a los problemas financieros a largo plazo. Por ello, y dado que aún no se han afianzado en el mercado, es para ellas aún más importante que estén preparadas para una situación de emergencia. Como mínimo, las empresas de nueva creación deben definir claramente las responsabilidades en caso de emergencia y llevar un control exhaustivo de los balances. Aunque no dispongan de un sofisticado sistema de alerta, pueden comprobar las puntos fuertes y débiles de su estrategia corporativa y de su posición en el mercado mediante un Análisis DAFO.

Actuar con rapidez

Ignorar una crisis no es una opción. Aunque implique tomar decisiones desagradables y suponga tener que hacer frente a contratiempos, de nada sirve fingir que no pasa nada y quedarse inmóvil. Es necesario reaccionar con rapidez, sobre todo, cuando se observa un descenso de las ventas. No obstante, tampoco se aconseja dar la voz de alarma de forma inmediata, ni actuar de forma precipitada: la prudencia es también esencial para el éxito de la estrategia de gestión de crisis. Los responsables de la empresa deben ir a la raíz de la crisis antes de sembrar la preocupación en la plantilla. Asimismo, las decisiones importantes deben tomarse entre varias personas. En definitiva, quienes cuenten con un plan de gestión de crisis y con empleados con experiencia en estas situaciones de emergencia, estarán bien preparados.