Crisis previsibles e imprevisibles

Existen dos tipos de crisis: previsibles e imprevisibles.

 

A) Crisis previsibles

Siguiendo a Pedro Hortas (2007), las crisis pueden ser clasificadas en previsibles e imprevisibles. Las imprevisibles suceden de un momento a otro, por accidente o por fatalidad.

Las crisis previsibles se refieren a crisis financieras, económicas y sociales. Aquí se enmarcarían acontecimientos tales como: fusiones, adquisiciones, huelgas, despidos, cierres, quiebras y escándalos, la retirada de ciertos productos en el mercado, los defectos de fabricación, los problemas de producción, crisis digitales por diversos motivos, entre otras.

 

B) Crisis imprevisibles

Los accidentes laborales, los incendios, las amenazas de bomba, las explosiones, la contaminación son situaciones imprevisibles que escapan a nuestro control. En todos estos casos, las reacciones rápidas y acertadas son decisivas. Cuando ocurren estas situaciones la empresa cobra relevancia para la opinión pública y hay que informar.

 

Siguiendo a Losada (2013) las situaciones que pueden dar lugar a una crisis son innumerables:

        Acontecimientos políticos y conflictos sociales (protestas violentas, conflictos políticos y comerciales, etc.)

        Accidentes (relacionados con el transporte, que afecten el medio ambiente, incendios, derrames químicos, etc.)

        Hechos delictivos (secuestros, asesinatos, sabotajes, etc.)

        Asuntos jurídicos (de discriminación racial, de abuso sexual, plagios, etc.)

        Hechos de tipo económico (bancarrota, fraude, corrupción, etc.

        Retirada de productos (defectos de fabricación, por utilizar sustancias prohibidas en su elaboración, etc.)

        Ataques informáticos (virus, entrada de hackers a sistemas, etc.)

 

Aunque todas las empresas pueden verse  amenazadas por una pérdida de confianza,  generando inquietud en sus públicos vinculados,  las  empresas que operan en un sector de riesgo o que gozan de gran notoriedad, están mucho más expuestas a las crisis que otras empresas. Por ejemplo, los bancos y las empresas de gestión de reciclajes.

 

La razón es el interés que despiertan ante la opinión pública. De otro lado, las empresas cuya actividad entrañe algún tipo de peligro para los trabajadores (por ejemplo,  la empresa Valdemingomez  dedicada a la gestión de residuos y reciclaje)  y aquellas entidades que operan en sectores que los medios y la sociedad les han dado mala reputación (bancos), serán probablemente las más vulnerables  y las que tengan más probabilidades de enfrentarse a una situación de crisis.