Durante la crisis del coronavirus hemos visto que PYMES y grandes empresas se han sumado a la cadena de solidaridad
Las empresas españolas, en general, han dado muestras de humanidad y nos han sorprendido con variadas e improvisadas iniciativas solidarias.
Estas iniciativas filantrópicas, en algunos casos, han sido decisiones directas de sus CEOS. En otros, las han gestionado desde los departamentos de RSE.
Las empresas que actuaron con sensibilidad social y aportaron durante la crisis del coronavirus mostraron su vocación de servicio social. Su comportamiento nos sorprendía y emocionaba.
Empresas de transportes, envíos, servicios de taxi, supermercados, portales de formación, empresas de seguros, profesionales autónomos de la rama de psicología, médicos, abogados, deportistas, cantantes, fueron incontables las muestras de unión y humanidad demostradas
Empresas del mismo sector olvidaron la competitividad y establecieron alianzas para dar una respuesta efectiva y rápida a las urgencias del coronavirus. El objetivo era único: atender a las necesidades de los colectivos más vulnerables como son ancianos, niños, personas sin hogar y personal sanitario
España es una nación con una fuerte cultura filantrópica.
Según el último estudio realizado Fintonic (2017), “Radiografía de la Solidaridad en España”, está demostrado que la sociedad española, ante situaciones de injusticia, actos de terrorismo o desastres naturales, siempre responde activamente para proteger y apoyar a los más desfavorecidos o afectados.
¿Filantropía o responsabilidad social?
Ahora, si analizas los conceptos filantropía y la RSE verás que ambos son diferentes pero no excluyentes.
La filantropía hace referencia al apoyo desinteresado y puntual.
La RSC es algo más que filantropía. Engloba al conjunto de acciones voluntarias y planificadas que una empresa realiza para contribuir a la mejora de la sociedad o comunidad a la que pertenece. La filantropía ocupa un espacio dentro del plan de RSE.
En España, son muchas las empresas que tienen acciones de filantropía. Así por ejemplo, en periodos de normalidad laboral, realizan donaciones e inician proyectos de voluntariado destinados a grupos o poblaciones necesitadas. Sin embargo, estas buenas acciones no se consideran acciones de RSE ya que no forman parte de ningún plan.