La digitalización como desafío clave
Apostar por la tecnología es clave
El confinamiento ha sido, para personas de todas las edades, el curso de formación digital más rápido, intenso y efectivo que podíamos imaginar. Mi hijo de seis años ha aprendido a utilizar Zoom; mi suegra ha hecho su primera compra del supermercado online. De la misma forma, las empresas han tenido una motivación irresistible para arrancar, acelerar o completar la digitalización: su propia supervivencia.
Ante el confinamiento mi empresa reaccionó ràpido. Diseñó un protocolo para el teletrabajo, las videoconferencias eran diarias, se impartieron muchas las clases online o las consultas y los foros nos mantuvieron conectados en la primera fase de la pandemia.
Después siguieron las reuniones. María recuerda los acuerdos de la reunión decisiva
En la reunión se habló por primera vez sobre la transformación digital y se dijo:
- La tranformación digital nos llevará a optar por invertir y estar abiertos a la tecnología la cual brinda brindarnos oportunidades y soluciones más eficientes.
- La transformación digital debería estar en la agenda anual de todas las empresas y debería llevarse a cabo desde una planificación estratégica, así como de un cambio cultural.
- Para abordar esta transformación el equipo debe estar en aprendizaje permanente, adquiriendo y reciclándose en conocimientos y ejercitándose en competencias digitales
Marina una de las responsables del equipo de venta puntualizó las oportunidades desde el punto de vista de los clientes con esta reflexión:
Ahora podemos tener un mayor conocimiento de las personas, sus necesidades y sus comportamientos. En un mundo omnicanal, podemos conocer y comprender mejor a nuestros clientes para poder anticiparnos a sus necesidades.
Necesitaremos observar cómo este consumidor se relaciona con la marca desde una fase inicial, en la que todavía se encuentra alejado de nuestra solución a su problema, hasta llegar a fases más avanzadas, en las que le entregamos productos de valor, generando una experiencia de usuario, para pasar después a buscar nuevas vías de engagement. Su reacción nunca será predecible, y es por ello que el constante descubrimiento y aprendizaje de una realidad que no cesa de cambiar.
Si embargo, estos clientes necesitarán libertad y transparencia, de lo contrario si se sienten hostigados, perderán pierden progresivamente la confianza en aquella publicidad que no tiene los valores de la información de valor y de interés, la conversación y la personalización. Las marcas se acercarán a las personas para contar una historia: informando, entreteniendo o incluso creando experiencias. Para ello, será importante trabajar con partners que ayuden a las marcas en su camino.
Por su parte, el CEO cree que los líderes está llamados a liderar una cultura ágil, de aprendizaje continuo y de innovación y evitar así que sus competidores le adelanten. Para ello, desde una mentalidad abierta en la próxima semana empezará a gestionar un mapa complejo de riesgos.
El CEO José Córdova, se muestra confiados respecto a la actitud de sus colaboradores, aunque tiene menos confianza en la economía global
Las personas en el centro
Aunque las personas son la pieza fundamental de todo negocio y es preciso atender su bienestar y salud psicosocial de los trabajadores para lograr entornos laborales saludables acompañando a los servicios de prevención en todos los procedimientos para garantizar su bienestar, también hay que atender a la digitalización del negocio.
La tecnología genera ahorro y debe estar al servicio de las personas. En este sentido debe ser la adecuada para adaptarse a las necesidades de los diferentes colectivos y ayudar a l colaborador que tenga que conciliar para lo haga de la mejor manera.
La nueva normalidad” que combine la agilidad tecnológica con la calidez humana, cuando todos podremos escoger si cerrar una compra con un click o un apretón de manos.
La digitalización se aplica a todos los negocios
La Covid-19 ha puesto en evidencia las empresas que están listas para el futuro son aquellas que han apostado por la digitalización.
Nuestra sociedad y economía, representada por las calles vacías y las tiendas cerradas, contrasta con la actividad en la red que se ha mantenido activa gracias a la digitalización de servicios y comercios.
Contactos y Conversaciones digitales
La crisis provocada por el COVID-19 ha traído consigo la adopción masiva del teletrabajo y que ha disparado las relaciones y conversaciones digitales de empresas e instituciones con clientes, proveedores, colaboradores y empleados. Para hacerle frente a la situación que nos ha tocado vivir, son muchas las compañías que se encuentran en pleno proceso de adaptación al entorno digital con el objetivo de mantener activa su capacidad operativa.
Digitalización de operaciones
La digitalización en procesos remotos con firmas, identificaciones y notificaciones de forma no presencial. De este modo, contribuye al trabajo colaborativo de forma ágil y segura, además de facilitar el desarrollo de una interacción fluida.
A continuación, reflejamos las siguientes tareas destacadas:
- Notificaciones electrónicas certificadas (SMS o email).
- Identificación fehaciente de cualquier participante (por medio de vídeo y con biometría facial).
- Firma electrónica de documentos: simple con One-time password (OTP) a través de SMS al móvil o avanzada cualificada con certificado electrónico.
- Videoconferencia certificada.
- Tratamiento electrónico de documentos con OCR e Inteligencia Artificial.
Onboarding digital
Por otra parte, el onboarding digital de clientes con identificación biométrica facial y videoconferencia o firma simple OTP, la firma electrónica de documentos y el tratamiento de facturas y todo tipo de documentos mediante tecnología OCR inteligente son algunas de las aplicaciones más destacadas de nuestra plataforma O2.Digital.
Conclusión
En pleno siglo XXI la tecnología se ha convertido en uno de nuestros principales aliados. Sin duda la digitalización de procesos de negocio supondrá un plus de competitividad a nivel empresarial.
