Los OKR descansan en 4 pilares:
Objetivos. Los objetivos definen lo que se quiere lograr. Para que sean efectivos deben ser claros, específicos y orientados a la acción, pero sobre todo, deben ser transparentes para toda la empresa.
Tareas. Las tareas necesarias o el plan de trabajo para conseguir los objetivos
Resultados. Los resultados claves indican cómo se van a alcanzar esos objetivos. Los OKR deben ser medibles y verificables para poder conocer su efectividad en un plazo de tiempo determinado.
Cultura. Un cultura corporativa fuerte basada en:
En la empresa la gestión optima de los líderes es imprescindible ya que son quienes definen, en gran medida, el correcto rumbo de la misma.
El rol del líder es fundamental para el correcto rumbo de los equipos. En este sentido su figura se le compara con el capitán de la tripulación de un barco y el director de orquesta de quienes dependen todos sus integrantes.
Un líder OKR debe contar con varias características esenciales que otorgan superpoderes: