Por qué utilizar OKR

El sistema de trabajo tradicional sigue instalado en nuestros hábitos laborales y para muchas empresas parece estar instaurado irremediablemente, generando importantes pérdidas provocadas por la ineficiencia de las tareas asignadas a los empleados. Pero a esa larga lista le ha nacido un potente enemigo: los OKR.

No revelamos ningún misterio si confirmamos que lo habitual en España sigue siendo realizar jornadas de 8 o 9 horas y estar sentado en una silla empleando los recursos disponibles para llevar a cabo un número concreto de tareas diarias, independientemente de si van alineadas con la misión y estrategia de la compañía.

Ante eso, herramientas como los Objectives Key Results podrían acabar con largas jornadas de ineficiencia o ayudar a la dirección y los empleados a dirigir las tareas diarias hacia la misión de la compañía, sin desviar los objetivos reales de la misma.

Pero, ¿Sólo las grandes empresas pueden adoptar la metodología de OKRs?

La respuesta es simple, ¡NO!

Cualquier emprendimiento puede (y debe) establecer OKRs, independientemente del tamaño, siempre que estén orientados a la producción de resultados para la organización.

Una gran ventaja que vemos con los OKRs, es que el profesional involucrado en el proceso sabrá cómo ejercer sus funciones de manera eficaz, sin gastar energía innecesariamente. Además, su productividad será elevada, al mismo tiempo que el estrés en el ambiente de trabajo disminuirá, aumentando la autoestima.

Ventajas

Agilidad: Los ciclos de objetivos más cortos permiten ajustes más rápidos y una mejor adaptación al cambio, aumentando la innovación y reduciendo riesgos y desperdicios.

Los OKR ofrecen esa adaptabilidad, al trabajar por iteraciones, mediante trimestres

Alineamiento y cooperación interfuncional: El uso de OKR compartidos mejora la colaboración entre diferentes equipos, resolviendo interdependencias e iniciativas competitivas unificadoras.

Los OKR son una herramienta super potente para alinear a todo el equipo, estimular la creatividad y que unido a la autonomía, que el foco esté donde se necesita

Tiempo reducido para establecer metas: La simplicidad de OKR hace que el proceso de establecimiento de objetivos sea más rápido y fácil, reduciendo drásticamente tiempo y recursos dedicados a establecer objetivos.

Es mejor maximizar el valor, que aunque se hagan menos cosas, sean aquellas que de verdad aportan el punto de carrera, ese valor alineado con tus objetivos. Y eso los OKRs te permiten hacerlo.

Comunicación clara: La transparencia y la simplicidad permiten al equipo comprender los objetivos y prioridades de la organización y cómo cada individuo puede contribuir.

Compromiso de los empleados: El enfoque ascendente de OKR para establecer metas conecta a los empleados con la empresa y los objetivos, por ello aumenta el compromiso.

Autonomía y responsabilidad: Los equipos reciben una dirección clara y son libres de elegir cómo lograr sus OKR. Al hacerse responsables de sus objetivos y establecer criterios claros de éxito conocidos por el equipo de trabajo, se crean obligaciones mutuas.

Enfoque y disciplina: El número reducido de objetivos crea un enfoque en la organización y es más disciplinado, aumentan los esfuerzos e iniciativas.

Con los OKR no se busca alcanzar el 100% de los objetivos, sino que un 70-80% está bien. Si llegas al 100% es que el objetivo era fácil, no era retador para el equipo.

Objetivos más audaces: Desacoplar los OKR de la compensación y usar objetivos que puedan extenderse, a lo largo del tiempo por ejemplo o adaptarse a los cambios, ya sea de manera completa e incluso parcialmente, permiten al equipo establecer objetivos ambiciosos y desafiantes.

 

 

Conclusión

Los okr te evitan la cultura del presentimo y ineficencia