Pon color a tu comunicacion interna

Pensamiento intuitivo

En este post propongo usar el sombrero rojo de Edward Bono  para expresar nuestras emociones y dejarnos guiar por nuestra intuición. Señalo 6 ocasiones para ponernos este color de sombrero.

 

¿Qué caracteriza al pensamiento intuitivo?

Tal como Afirma un estudio de la Universidad de Cambridge las mujeres poseen un sexto sentido que las hace ver más allá de las apariencia y como lo confirma Goleman la intuición es la inteligencia del corazón que nos ayuda a tomar mejores decisiones.

El pensamiento intuitivo no está sujeto a un previo análisis o deducción lógica.

La intuición  deja hablar al corazón, se debate entre la verdad y la creencia. En ocasiones nos invita a confiar; en otras a desconfiar.

A veces, la intuición no traiciona, más bien  nos ayuda  a prevenir una situación que podría ser nociva o perjudicial.

Bono y el sombrero rojo

Edward Bono desde su método  “Seis sombreros para pensar “propone deliberar con el sombrero rojo para analizar hechos, problemas y tomar decisiones teniendo en cuenta las emociones, los sentimientos y  las intuiciones de todos los participantes.

El sombrero rojo permite que el pensador diga “así me siento con respecto a este asunto”

Según Bono, experto en creatividad, para acertar en la toma de decisiones  es necesario ponerse el sombrero rojo, con el fin de autorizar a cada uno de los participantes a exponer  perspicacias, corazonadas e  impresiones, sin tener que justificarlas.

Pensando con el sombrero rojo

Al ponernos este color de sombrero dejamos actuar a nuestra intuición y damos paso a nuestros sentimientos, decimos: “Esto me gusta” ¡Esto no es bueno!.  ¡Me da pánico! ¡Intuyo que irá mal! ¡Me gusta! ¡Desconfío!

La vida laboral está impregnada por emociones y sentimientos; si son positivos se promueve la consecución de las metas, si son negativos tienen un efecto en la cuenta de resultados.  No olvidemos que el mal humor, la tristeza y  la apatía viajan como virus de un departamento a otro, dañando el ambiente por contagio emocional.

La intuición señala el camino

La intuición es una herramienta clave para las decisiones.  El diccionario de la Real Academia nos recuerda que debe entenderse  como:

 La facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento. La percepción íntima e instantánea de una idea o una verdad que aparece como evidente a quien la tiene.

Cuando los problemas nos desbordan, o se vuelven complejos conviene acudir a nuestra intuición. Siempre tiene algo importante que decirnos: nos ayuda a advertir y correr peligros innecesarios, a identificar nuevas oportunidades, a confiar o desconfiar, a percibir posibles riesgos ocultos.

La intuición sin duda es un complemento valioso que la razón no debe desatender.

Por otro lado, las emociones generan sentimientos, reacciones y conductas. Si el miedo, el pesimismo, el enojo, la desesperación, el orgullo, el miedo, la decepción, la ansiedad, la preocupación, la frustración, la incertidumbre, la culpa… domina el ambiente se resiente el desempeño y la productividad. De ahí, la importancia de aprender a gobernar nuestras emociones.

Cuándo ponerse el sombrero rojo en comunicación interna

El sombrero rojo representa la intuición, el estado anímico, las emociones y  el temperamento, hay que ponernos el sombrero rojo para:

  • En reuniones grupales. Convocar y reunir  a colaboradores de diferentes áreas para escuchar sus corazonadas.
  • En conversaciones informales. Promover conversaciones internas en un clima de entendimiento, de modo que la diversidad de percepciones y perspectivas enriquezca el debate.
  • Para escuchar a la intuición de la organización.
  • Para expresar sentimientos y cómo nos sentimos.
  • Para comunicar emociones puntuales: alegría,  ira, temores…
  • Para que puedan decir  lo que gusta y disgusta.

En definitiva, para comunicarnos mejor y expresar: corazonadas, premoniciones, presentimientos, olfato, sentimientos, suposiciones, creencias…

6 motivos para ponernos el sombrero rojo

En comunicación interna nos ponemos el sombrero rojo en líneas generales en los siguientes proyectos:

1. Proyectos de inteligencia emocional

Para dar valor a la inteligencia emocional. Cuando se forma y se asesora  a directivos, mandos medios y colaboradores en general, para que sean mejores comunicadores, enseñando que la inteligencia emocional  es parte clave en el proceso de comunicación.

 

2.  Auditorias de Comunicación o estudios de Clima laboral

Para tomar conciencia del valor de la escucha. Cuando enseñamos a través de un programa de formación preventivo, que el autodominio y la gestión de las propias emociones es una responsabilidad personal para evitar conflictos.

 

3. Campañas apelando a la comunicación emocional

Para conectar apelando a los sentimientos y emociones. Cuando creamos consciencia a través de una campaña, con apelaciones emocionales, que el clima positivo es responsabilidad de cada uno de los colaboradores y no únicamente del líder.

 

4. Entrevistas grupales, Focus Group

Para ir más allá de las palabras y dejarnos guiar en la observación. Cuando guiados por la intuición optamos por ser más flexibles, ya que escuchamos silencios e interpretamos la comunicación no verbal para dar valor a las corazonadas y presentimientos

 

5. Encuestas para mejorar y conocer valoraciones

Para fomentar y crear un clima de escucha y optamos por encuestas recurrentes para medir el impacto de las acciones CI. Cuando creamos equipos de trabajo multidisciplinares, dando valor a la formación, experiencia, personalidad para solucionar problemas, o mejorar métodos de trabajo. Además, con esta iniciativa,  se fomentan las buenas relaciones humanas y se crea un entorno participativo.

6. Acciones para fomentar vínculos y generar feedback

Para dar oportunidad de experesar intuiciones. Cuando sabemos liderar, negociar y avanzar dejando expresar sentimientos y emociones, haciendo posible una comunicación interna de 360º

Para trabajar en sintonía con RRHH, Formación, Marketing , RRPP y Comunicación Externa, hay que escuchar desde la empatía y  con inteligencia emocional. En estos casos, se antepone la responsabilidad de sacar adelante proyectos en un ambiente de apertura.

 

 

3 Conclusiones

  1. Guardar silencio, observar y escuchar nos ayuda a ser má intuitiv@s. Liderar desde la inteligencia emocional es un valor añadido.
  2. Las organizaciones empresariales son “redes” de personas y las personas somos seres emocionales. Por tanto, el control emocional y el compromiso hay que gestionarlo incorporando la escucha en todos los proyectos posibles.
  3. Existen muchos proyectos participativos que dan valor a la  libre expresión de sentimientos y emociones. Estos proyectos pueden formar parte de nuestro plan de comunicación como: las auditorias de comunicación interna,  las encuestas de cada actividad, los programas de formación en habilidades sociales, entre otros.

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